7.1.11

Sobre conspiraciones

Terminó el 2010 con acusaciones constantes de conspiraciones y conspiradores como explicación a manifestaciones y reclamos sociales con mayor violencia de la habitual.

Desde este lugar aborrecemos las teorías conspirativas. No porque las conspiraciones y los conspiradores no existan; existen pero se montan sobre problemas estructurales y sin la percepción de que se están solucionando. Siempre hay quienes intentan exacerbarlos y utilizarlos para su beneficio pero no tienen capacidad de inventarlos o sostenerlos en el tiempo. Recordemos que en el sistema político argentino ningún actor, en forma individual, es tan poderoso como el Poder Ejecutivo Nacional.

El motivo fundamental para aborrecerlas es que las teorías conspirativas simplifican demasiado y empobrecen el análisis dejando de lado elementos esenciales en el abordaje a la solución de problemas públicos. Una cosa es sintetizar, otra sobresimplificar.

En esta línea, comparto con ustedes el último párrafo de un artículo de Carlos Pagni, uno de los analistas más lúcidos de la política nacional.

“… la función más importante que en estas horas cumple Duhalde en la política argentina excede estas intrigas. Su verdadera misión es permitir al Gobierno, a los políticos, a la sociedad en general, creer que los problemas que los afectan se deben a la patraña de un villano con nombre y apellido. Duhalde desempeña para el oficialismo el papel que Kirchner encarnó para la oposición: gracias a ellos, los argentinos pueden evitar el contacto con procesos suprapersonales que son dolorosos y poco comprensibles. Pueden ocultarse que la destrucción del aparato político y las nuevas formas de marginalidad, corrupción y violencia que ese fenómeno trae aparejado, desencadenaron inercias que ya tienen rasgos de una preocupante cronicidad. Algún día habrá que reconocer esos servicios. Gracias a Duhalde, gracias a Kirchner, gracias a la posibilidad que ellos ofrecen de reducir un drama colectivo a la dimensión de una historieta, el país puede pasar la fiesta en paz.”