20.5.11

De Twitter al blog

Lo siguiente es una serie de twets en mi cuenta en Twitter, horas antes de que circulase la versión de que CFK optó por la fórmula Filmus-Tomada. Lo comparto también por este medio. Debería haberlo escrito hace una semana y me consagraba...


Boudou-Filmus? Mi somero análisis. A favor de Boudou: puede robar votos del macrismo, tiene carisma, potencial de gran candidato

En contra de Boudou: nunca fue candidato, pierde votos de Filmus, complica a nivel local y nacional el frente “centroizquierda” que pretende consolidar CFK, confirmación de su candidatura demasiado demorada

A favor de Filmus: garantiza una buena primer vuelta, fortalece el frente “centroizquierda”, tiene campañas encima, se diferencia más de Macri

En contra de Filmus: ya perdió por mucho con Macri, falta de carisma, confirmación de su candidatura demasiado demorada

Claves de la decisión. Si ambos garantizan pasar a segunda vuelta, los decisores deberían estudiar en las encuestas: electorado de cada uno de ellos compartido con Macri y Pino, potencial de crecimiento de imagen positiva y (sobre todo) negativa, relación con temas prioritarios en la agenda pública, posicionamiento frente a Macri, asociación con CKF y potencial daño en imagen CFK si pierde Boudou.

Mi impresión: lo desgastan demasiado pero lo eligen a Filmus, dejando bien claro con su sumisión quién decide también en la Capital y armando lista muy propia. Además, el posicionamiento de Boudou hasta último minuto le sirve como candidato para octubre.

2.5.11

Discutiendo "verdades" III

Afirmación: la oposición es muy frágil, si ganan no van a poder gobernar.
Falso

Lo que permite la gobernabilidad son principalmente dos cosas: legitimidad social dada por el apoyo de la ciudadanía a través del voto (y posteriormente de las encuestas) y un uso inteligente de los recursos del estado.

Un buen ejemplo fue la presidencia de Néstor Kirchner. Asume en mayo del 2003 con el 23% de los votos, con alto nivel de desconocimiento en sectores urbano, con un equipo principalmente delegado por el presidente saliente, Eduardo Duhalde y sin equipos técnicos propios. En menos de tres meses, con medidas públicas en sintonía con demandas sociales, alcanzó un nivel de aprobación de más del 70%. Dos años después, estaba enfrentado y venciendo electoralmente al duhaldismo ni más ni menos que en la Provincia de Buenos Aires.

Conclusión. Si se sabe gestionar el poder y en un contexto de calma económica, se puede gobernar un país por más huérfano que se sea en el origen.

Afirmación: Hace falta un “Pacto de la Moncloa” que asegure políticas de estado
Verdad

Es cierto que hace falta una generación de acuerdos transversales que incluya a fuerzas mayoritarias. También es cierto, y esto a veces es dejado de lado, que en esas fuerzas deberían estar incluidos sectores que actualmente confluyen en el kirchnerismo.

Esta necesidad de una búsqueda de consensos básicos en toda la dirigencia solamente será posible con una clase política dispuesta a asumir el costo de algunas decisiones y asumirlo en conjunto. Reformas impositivas, fiscales, del Estado, de leyes electorales, educativas y de seguridad encabezan la lista de decisiones que suponen costos en corto plazo y amplios beneficios en el largo.

La posibilidad de que surja un “free-rider” (alguien que no pague costos pero se beneficie del esfuerzo colectivo) en la escena política es alta por lo que debería existir una sólida mayoría ciudadana que promueva gestos pensados en el largo plazo y los valore como acto de patriotismo y no de debilidad o conspirativos.

Dos frases que pueden servir para analizar esto. “Necesitamos dirigentes que piensen en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.” “Cada pueblo tiene los gobernantes que se merece”. Lo dejo a tu criterio.