2.2.11

Las cosas que hay que oír…


Florencia Peña declaró: “si hubiese nacido antes, sería montonera”.

En fin. Imaginemos un poco.

- En los setenta, muchos adolescentes y jóvenes optaron por las armas frente a la proscripción de un movimiento popular. Algunos de ellos, depuesto el gobierno militar, continuaron con la vía armada como forma de hacer política, aún a costas de un gobierno democráticamente elegido.

- En los noventa, Florencia Peña era una adolescente que surge de un programa televisivo del incipiente grupo Clarín. Sus comienzos son propulsados por un físico exuberante y con los años logra consolidarse como una comediante muy popular.

- En los setenta, la militancia montonera entregaba su vida y quitaba vidas desde la clandestinidad, perseguidos por todo el aparato estatal.

- En estos años, Florencia Peña se manifiesta con total libertad a favor de un gobierno legítimo y que cuenta con amplios recursos económicos, políticos y simbólicos.

- En los setenta, la actividad de montoneros se financiaba principalmente a partir de secuestros de empresarios y robos a corporaciones.

- En este 2011, Florencia Peña monta una productora que se asocia con la televisión estatal para realizar un programa de ficción.

Estos pequeños contrastes nos invitan a pensar que probablemente Florencia Peña y sus declaraciones son ni más ni menos que excelentes exponentes de la liviandad con la que el kirchnerismo indaga sobre sí mismo, su rol histórico y el contexto que le tocó en suerte. Una nueva muestra que va en sintonía con el despropósito de buscar convertir en ícono de la revolución socialista a un dirigente político millonario gracias a la especulación inmobiliaria y con una clarísima tendencia a eternizarse en cargos públicos (yendo en la lista de Menem o Duhalde y sin pudor de asociarse a Barrionuevo, Aldo Rico, las madres de Plaza de Mayo o Aníbal Ibarra, dependiendo del distrito electoral).

Néstor Kirchner tuvo grandes logros y Florencia Peña es una buena comediante. Y uno tiene el derecho a un recuerdo justo y la otra a expresarse en todos los modos posibles. Pero sería bueno reconocer que si queremos crecer como sociedad, tenemos que dejar de engañarnos.

Tanto el oficialismo como las oposiciones tienen representantes con lucidez para el análisis y posicionamientos inteligentes. Sería bueno que estos levantasen más su voz y que sean los candidatos. Sino vamos a seguir condenados a repetir una historia demasiado pobre y frustrante.