Afirmación: La oposición es un rejunte
Verdad a medias
Cuando se conforman frentes electorales con el objetivo de ganar una elección ejecutiva, es prácticamente imposible no lucir como una unión forzada y con el poder como objetivo central. La media verdad es porque esta afirmación incluye no sólo a los posibles frentes opositores sino también al oficialismo.
Este tipo de alianzas son comprensibles y responde a la falta de un sólido sistema de partidos políticos. Frente a una oferta fragmentada, el electorado también se fragmenta, algo lógico en sociedades complejas de millones de electores.
Por eso, en el contexto actual la unión de distintos es inevitable y, en muchos casos, deseable, porque contribuye a la generación de estabilidad y gobernabilidad en los procesos políticos.
Un problema extra es la sensación de que sólo se le pide coherencia total a la oposición mientras el kirchnerismo establece alianzas con Menem, Saadi, Rico y Moyano (todas opciones valorizadas en forma negativa por amplísimos segmentos del electorado).
Hace falta coraje para aliarse, plantarse y dar la cara. El repentino cambio de actitud de Ricardo Alfonsín respecto a la política de alianzas de la UCR colaboraría en resolver esta cuestión.