14.6.11

¿Devuelvan a los nietos?



En los últimos meses se impuso dentro de la militancia oficialista, el grito de “Devuelvan a los nietos” frente a cualquier móvil de TN o Canal 13.

¿Está bien planteado el reclamo?

El humor, la irreverencia y la irrupción en el campo del denunciado no son necesariamente negativos. Pueden ser excelentes medios, legales y legítimos, para discutir públicamente.

Sin embargo, hay algo que disgusta mucho a quienes defendemos y reivindicamos genuinamente los derechos humanos, y búsqueda de verdad, memoria y justicia.

La afirmación “Devuelvan a los nietos” esconde un juicio, sin más elementos que sospechas, suposiciones y deseos. No promueve justicia sino que acusa y afirma sin pruebas. Acusar de un delito tan infame como la apropiación de bebés robados, es muy grave. Demasiado grave como para mezclar la acusación con intereses partidarios.

Este tipo de acusaciones en cierto modo nos recuerda lo peor de los militares, el abandono del estado de derecho. Bajo esa afirmación subyace la concepción de que existe un objetivo mayor que el cumplimiento de los derechos humanos, entre ellos, el derecho a una justicia independiente. Y eso es pifiarle feo. Nos guste o no, aceptemos que también las Ernestina Herrero de Noble y los Héctor Magnetto también deben ser beneficiados por los derechos humanos.

El reclamo debe ser de justicia, no debe transformarse en acusación y juicio.

Cuando empiecen a gritar frente a las cámaras, “¿Por qué no el ADN?” o “ADN para Marcela y Felipe” vamos a ser muchos los que apoyemos o participemos de la causa.

“Devuelvan a los nietos” no es válido si lo que se busca es verdad y justicia. Ahora, si lo que se busca es sacar provecho político en el conflicto contra el Grupo Clarín, es otra cosa…