1.7.11

Apuntes sobre los debates



Algunos datos objetivos sobre los debates electorales:

- Argentina hasta ahora nunca tuvo un debate electoral a nivel presidencial. Excepto en las elecciones de 1983, nunca se realizó debate por negativa de quien encabezaba las encuestas electorales. Menem en 1989, 1995 y 2003, De la Rúa en 1999 y Cristina en 2007.

- El candidato que más cantidad de veces debatió fue Mauricio Macri. Solo debatió cuatro veces pero le basta para tener el récord. Debatió dos veces en 2003 (primera vuelta en TN, segunda vuelta en el viejo ATC), en 2005 (en TN) y en 2007 (en TN).

- El grupo Clarín hasta el año 2008 tuvo una relación positiva con el gobierno kirchnerista. TN es el canal de noticias del grupo Clarín y allí debatió siempre Macri, aunque no fuese por entonces el favorito del grupo mediático.

- Los debates presidenciales en Estados Unidos son la referencia obligada por historia, sistema de gobierno e institucionalización. Pero existen referencias más cercanas cultural y/o geográficamente. España, Francia, Perú, Chile, Brasil.

- Ninguna investigación cuantitativa en Argentina pudo comprobar caídas significativas en intención de voto de candidatos presidenciales por la negativa a debatir.


Algunas impresiones:

- La existencia de un debate no garantiza mucho a la ciudadanía. Pero sí permite contrastar en forma más clara las diferencias entre uno y otro. Y ayuda a ver si un candidato puede soportar la presión de un debate, cara a cara, con sus adversarios a escasos metros. Si flaquea en esa situación, puede suponerse que no estará preparado para afrontar presiones mayores.

- Puede ser válido criticar a los debates por ser principalmente un show audiovisual donde se destacan más los atributos comunicacionales del candidato que sus propuestas. A esa posición podemos contraponer dos reflexiones. Primero, cabe preguntarse si entre las principales virtudes de un líder no debe estar la de ser un buen comunicador. Y en segundo lugar, con adecuado entrenamiento cualquier candidato puede expresar en forma certera sus propuestas.

- Por el escenario electoral actual, y a la luz del escándalo Shocklender, con Rachid en la lista y más cerca en las encuestas de Pino Solanas que de Mauricio Macri, podemos suponer que Filmus tenía más para perder que para ganar y que por eso frustró el debate, sabiendo que Macri no tendría incentivos para debatir ni en 678 ni en la UBA. Sin debate, ganaba Filmus, ganaba Macri, perdió Solanas.

- A Mauricio Macri no le gustan los debates ni le sirven mucho. Siempre los sufrió. Aceptó y acepta los debates como refuerzo a su lógica de presentarse como representante de una nueva forma de pensar y realizar la política. Cuando debate, juega al empate; entiende que no es su terreno.

- Si se genera mucho debate público sobre la importancia del debate presidencial, quizás esta vez pueda tener algún costo electoral quien no se presente. Probablemente CFK no aceptaría debatir, más por estilo que por inconveniencia. No es mala debatiendo pero no está acostumbrada a que le respondan.