13.9.10

Palabras devaluadas

En las marchas políticas hay un canto que se puso de moda hace unos años y tiene cada vez más prédica. Al que se quiere agraviar se le grita que es “Basura, vos sos la dictadura”.

Y los que cantan parecen sentirse realizados, enrostrando en su personaje denostado una acusación difusa que lo vincula con las peores prácticas de la política: autoritarismo, represión ilegal, inmoralidad, desapego a todo tipo de ley y abusos en todas las variantes.

Resulta llamativo que quienes cantan esto muchas veces son personas que han sufrido en primera persona las prácticas de dictaduras cruentas que, por suerte, prácticamente nadie del espectro político actual defiende o pensaría en llevar adelante.

¿Por qué en vez de recordar con precisión el pasado lo utilizan con fines partidarios? ¿Realmente creen que sus adversarios expresan los valores de una dictadura? ¿No están banalizando demasiado la terrorífica herencia de la última dictadura militar? ¿Los intereses partidarios pueden ponerse por encima de un valor que deberíamos compartir todos los argentinos? ¿Se puede comparar a dirigentes surgidos de la democracia y la ley con aquellos militares? ¿No es tan injusto acusa de dictadura a unos como llamar montoneros a otros? ¿Cuál es el límite de la descalificación en el debate público? ¿Sirven estas acusaciones para reforzar nuestra cultura política? ¿No sería bueno preservar estas acusaciones por si alguna vez realmente hagan falta?

Preguntas nomás.

Tal vez haya que mandar a la basura algunas prácticas discursivas.