27.9.10

¿Sirve de algo lo que uno hace?


Muchas veces, una persona puede sentirse abrumado por las lógicas que prevalecen en su entorno. No se está de acuerdo con ciertas actitudes o decisiones pero al ser mayoritarias u otorgar cierto beneficio en el corto plazo, se deponen valores o lógicas propias y se ajustan las propias acciones a ese sentir mayoritario.

En nuestra vida política suelen vivirse situaciones como estas. Una enorme cantidad de individuos, motivados por distintas razones, deciden un mismo curso de acción por más irracional o incorrecta que pueda aparecer y naturalizan esa forma de actuar.

Está en cada individuo reproducir esa lógica o, como una botella en medio del océano, flotar en la inmensidad esperando llegar a algún lado.

Esa resistencia pasiva a lógicas que se perciben como mayoritarias tiene consecuencias. Por un lado, sirve de ejemplo para muchos que, sin sentirlo, siguen a la mayoría por una cuestión de supervivencia social. Por otra parte, desde el aporte individual se balancea, aunque sea mínimamente, parte de esa lógica mayoritaria que no compartimos.

Y tal vez la consecuencia más importante sea la de que cada individuo participe en la vida pública en sintonía con sus valores y deseos.

La foto es real y es un enorme ejemplo de decisión (es un grupo de trabajadores saludando a Adolf Hitler en pleno apogeo del nazismo). Muchos podrán decir que de poco sirvió. Visto desde una historia “objetiva”, es cierto. Visto desde la historia de ese individuo, no es para nada cierto. Ese hombre pudo morir seguro de que había dado lo mejor de sí.