18.1.10
Coordinación estratégica
Cuando se analizan procesos electorales muchas veces se utiliza el concepto de "coordinación estratégica de los electores". Bajo este supuesto, una significativa cantidad de electores se informan del estado de intención de voto durante la campaña electoral y deciden su voto no a partir de su primera opción sino de la opción más racional. O sea, si en una elección mi prioridad es que el candidato A pierda, por más que me guste más el candidato B, si aparece un candidato C peleando voto a voto con A, mi voto terminaría yendo al C, relegando a B, mi opción preferida.
Como muchos conceptos de las ciencias sociales, hablar de coordinación estratégica suele servir para adornar muchos discursos explicativos sobre uno u otro resultado. El problema es desde dónde realiza esta afirmación, con qué sustento. El único válido es la investigación cuantitativa. Si efectivamente, durante la campaña se pregunta a los encuestados por su primera opción electoral, por expectativas del proceso, por la intención de voto, por sus simpatías y antipatías entre los candidatos y por los modos de informarse, puede inferirse esa coordinación.
El resto es puro verso. Sí, puede haber algo o mucho de intuición y experiencia. Pero sin investigación que lo avale, no son más que palabras en el vacío. Este es un buen ejemplo de cómo mejorar la comunicación de la dirigencia política. Hay que investigar a fondo al elector, sus preferencias, prioridades y reacciones.
Los dejo con un buen ejemplo de coordinación ya no de electores sino de ciudadanos.