18.6.10

Algo sobre el mundial

Ya pasó una semana del mundial y podemos ir haciendo algunas evaluaciones.

El estigma de ser el candidato
Le pasó a Francia y Argentina en 2002 y a Brasil y Alemania en 2006. Que un equipazo como España, con grandes jugadores y excelente rendimiento en los últimos años, pierda contra Suiza se explica más por el peso psicológico de ser candidato a terminar con el maleficio mundialista que por razones futbolísticas. Esa España apagada no hizo honor a su potencial y su pasado reciente. La cabeza juega y mucho.

Argentina, una incógnita
Argentina viene bien, a paso firme. Da la sensación de que aún no jugó partidos comprometidos (recordar, por ejemplo, que un jugador de Nigeria no sabía hacer los laterales…) pero al menos cumplió su parte. Una defensa con fisuras y la falta de un reemplazante para Mascherano aparecen como problemas para más adelante. Pero pinta bien, sobre todo porque el resto de los equipos parecen no estar al ciento por ciento.

Brasil, otra incógnita
Tuvo un debut deslucido pero efectivo, continuando el estilo de Brasil en los últimos veinte años. No tiene los cracks de siempre, ni siquiera cracks en su ocaso como en el 2006, pero esta vez sí tiene a excelentes defensores y al tal vez el mejor arquero del mundo, Julio Cesar. No va a ser fácil ganarle al pentacampeón. Y de mitad de cancha hacia adelante tiene con qué aspirar, como mínimo, a las semifinales.

Candidatos que no aparecen
Alemania había arrancado con un fútbol temible y al segundo partido, pareció quedarse sin energía ni ímpetu ni argumentos. Inglaterra tampoco apareció hasta ahora y sólo sumó dos empates ante equipos de poca envergadura; queda claro que no toda la responsabilidad era del pobre arquero Green. Y Francia demostró una relación inversamente proporcional entre la técnica de sus jugadores y la sangre en las venas…

Aburrido
En general, ¡qué aburridos los partidos del mundial! A lo sumo son emocionantes por la fuerza que hacen algunos equipos débiles y limitados contra las potencias. Pero en términos de juego, muy pobre, muy aburrido, escaso vuelo.

Color africano
¡Cuánta expresividad tienen las poblaciones del Africa negra! Uno ve a sus hinchas y jugadores, cómo hablan con sus cuerpos y rostros. El color de sus ropas, la amplitud de sus sonrisas, la indignación frente a la sensación de injusticia. La tristeza y la alegría son más tristes y alegres en ellos; nos contagian y le dan un color distinto al mundial. Eso sí, ¡córtenla con esas vuvuzelas que lo único que tienen de bueno son el nombre!

¿El campeón?

Y, pinta bien… Pero todavía falta, cuando se armen las llaves, ahí les paso la posta para que apuesten, empiecen a disfrutar o no se ilusionen demasiado.


Los dejo con el gol del brasilero Maicon, hasta ahora de lo mejor del Mundial. Hay un ángulo que se lo ve en toda su dimensión.