Por supuesto que la confianza puede ser restaurada (como en cualquier orden de la vida). Lo que se necesita es tiempo, demostrar que se aprendió del pasado y un compromiso coherente e inquebrantable de que no se cometerán los mismos errores. Desde hace años que las Fuerzas Armadas de nuestro país vienen cumpliendo su rol en gran manera y demostrando, ante distintas adversidades, que se someten a la autoridad civil siguiendo el mandato constitucional.
Poco a poco va llegando el momento en que sean muchos más los oficiales y soldados formados en la democracia que en los años de violencia política y degradación militar. Y con ellos llegará el momento de que las Fuerzas Armadas recobren el rol preponderante que deben tener en cualquier sociedad. Ser la garantía de defensa frente a cualquier agresión externa. Un país grande se construye también con un ejército profesional, con capacidad de defensa, democrático, comprometido con los derechos humanos y con vínculos de cooperación con ejércitos de otras democracias.
Tener un ejército digno no es despilfarrar recursos. Es garantizar recursos presentes y futuros. Por supuesto, soy hincha de John Lennon e imagino un mundo como él proponía. Pero para eso, antes deben prevalecer ejércitos democráticos en democracias humanitarias. Y ahí si borrar las fronteras.
Dejo un link que muestra una buena forma de seguir reconciliando a las Fuerzas Armadas con la sociedad. Gracioso, argentino y para aplaudir.
http://www.youtube.com/watch?v=VIqdMX_x8MIPlay