8.6.10
Internas radicales
Alfonsín ganó las internas radicales en la Provincia de Buenos Aires y comenzaron a circular todo tipo de información.
En este post, reflexiones y especulaciones ambidiestras al respecto.
- Es un lugar común entre los políticos reírse de las eternas internas del radicalismo. Un viejo chiste dice que cuando se juntan dos radicales se arman tres líneas internas. Si bien es cierta esa inclinación radical a un constante internismo, también es cierto que eso sucede porque es el único partido político en Argentina con vocación democrática hacia adentro de su estructura orgánica. Por lo tanto, más allá de alguna risa, debería mover a la reflexión sobre cómo se deciden candidaturas y programas hacia adentro de otros espacios políticos.
- Alfonsín resulta ser el gran ganador pero no el único. También ganaron Elisa Carrió y Hermes Binner. El candidato natural de radicalismo, Julio Cobos, comienza a perder peso y, de ese modo, se amplía la posibilidad de un frente electoral entre la UCR, la Coalición Cívica y el Partido Socialista. Ni Carrió ni los socialistas estarían dispuestos a integrar un frente con el vicepresidente, por su pasado kirchnerista y su estilo de conducción; no lo consideran confiable. Pero sí con Ricardito (¿vale seguir llamándolo así?).
- Otro ganador es Mauricio Macri, porque se va desvaneciendo la candidatura de Julio Cobos, dejándole más vacío aún el espacio del centro. Cobos, al igual que Scioli, comparte con Macri algunos atributos que hoy son muy valorados por el electorado: la moderación, la experiencia de gobierno, el pragmatismo. Si en el futuro menú electoral sólo Macri puede ofrecer estas características, va a tener una situación estratégica muy ventajosa.
- Respecto al kirchnerismo, no es tan clara la lectura. Por un lado, el matrimonio presidencial siente cierto alivio en la derrota de Cobos y el alejamiento de su peor pesadilla: perder contra el vicepresidente en el 2011. Pero desde un punto de vista más pragmático, si Néstor Kirchner tiene alguna chance de ser reelecto el próximo año va a depender de un importante grado de atomización del voto opositor y, en igual medida, de poder ser el representante más creíble de opciones progresistas. La victoria de Alfonsín compromete la predominancia kirchnerista en ese posicionamiento ideológico además de ser más capaz de concentrar a la oposición. A Kirchner le quedaría todavía la posibilidad de un reposicionamiento más pragmático, típicamente peronista, pero mientras lo acercaría a un electorado más centrista (por el que encima debería competir con candidatos más creíbles) también lo alejaría de importantes segmentos que hoy lo acompañan.
- Por supuesto, Julio Cobos es el gran derrotado, aunque tuvo la capacidad de establecer agenda al día siguiente, proclamando su interés en la realización de internas abiertas. Lo que tuvo de inteligente en esa respuesta no lo tuvo más tempranamente para alejarse de una pelea bonaerense en la que tenía más por perder que por ganar.