28.5.10
¿De qué estás llorando, Willis?
Se fue de gira Gary Coleman.
El lugar común en las redes sociales fue confesar que con él se nos iba parte de nuestra infancia. Y sí, por algo los lugares comunes son comunes.
Nuestra generación aprendió muchas cosas con “Blanco y Negro”, creció junto a él. Con él aprendimos el valor de los hermanos, las dificultades de la vida de un niño ajeno a su entorno (como todos lo fuimos en algún u otro sentido), la generosidad de quienes adoptan por más millonarios que fuesen, el límite a las mentiras. Sí, esa serie era una gran fuente de socialización primaria, burguesa, capitalista y todo lo que quieran. Pero no dejaba de representar un poco la vida que todo niño quisiera vivir. Una infancia rodeada de amor, oportunidades y contención.
Por eso, es cierto que con Arnold muere parte de nuestra infancia. Esa que disfrutó una serie pre-global, en español, con capítulos inolvidables (el del regreso a Harlem, por ejemplo) y que adoraremos hasta el final de nuestros días.
Hace varios años, visité a mi hermano mayor en Nueva York. Y paré en su departamento que quedaba ni más ni menos que en Park Avenue. No era un penthouse lujoso, ni yo era negro, ni a mi hermano le decían Willis, pero por una noche me sentí Arnold Jackson. ¿Y cuál es tu mejor historia en blanco y negro?