Murió el australiano David Warren, creador hace más de cincuenta años de la famosa “caja negra” de los aviones.
Su invento registra las voces de los navegantes aéreos y la actividad de los instrumentos de la cabina de mando de los aviones. Esta hecha de un material muy difícil de destruir, por lo que sirve para la investigación posterior a cualquier tipo de incidente aéreo. Gracias a la información conservada en cajas negras de cientos de aviones accidentados, se produjeron muchas mejoras y avances en la aviación. Inicialmente era de color negro pero ahora es naranja fluorescente para facilitar su búsqueda.
Hasta ahí una nota más. Lo interesante es cuando nos enteramos que el padre de David Warren murió cuando el futuro inventor tenía 9 años. Murió en un accidente aéreo. Una tragedia que seguramente marcó a aquel niño.
Este es un gran ejemplo de cómo aprender de la vida. Cómo crecer desde el dolor. Y de cómo a partir de la propia experiencia mejorar la de los otros.