27.4.10

Algo de nuestra querida Colombia


En algunas campañas electorales, surge un tercer candidato entre quienes parecían que serían los dos principales contendientes. Ese tercero en discordia suele ser potenciado por el candidato líder para así restarle votos al segundo y/o por los medios de comunicación por considerarlo atractivo y/o por una gran capacidad de inversión económica. Más allá de esas causas, lo cierto es que el fenómeno se consolida cuando importantes segmentos de la opinión pública empiezan a considerar al tercero como una opción real de poder o como mensaje efectivo a los otros candidatos. Como ejemplos recientes podemos citar a Marco Enríquez-Ominami en Chile o a Nick Clegg en Inglaterra.

A veces este tercer candidato consigue irrumpir con tanta fuerza que termina siendo protagonista central de la campaña. Y enmarcado en un sistema de partidos débil e inestable, esta posibilidad se potencia.

Este parece ser el caso de Antanas Mockus, un verdadero personaje de la política latinoamericana, quien está cada vez más cerca de llegar a participar de la segunda vuelta en Colombia. Profesor y ex rector de la Universidad Nacional, dos veces intendente de Bogotá y actual candidato presidencial, Mockus siempre se destacó por su irreverencia y discurso renovador en la política. Democrático, coherente y honesto es percibido por sectores crecientes del electorado como la mejor opción para continuar y superar la tarea del actual presidente, Alvaro Uribe. Como si al éxito de las políticas de seguridad y la inserción económica en el mundo, los colombianos quisieran ahora dar un salto institucional hacia una mayor democracia, más inclusiva y legalista. Su mensaje democrático y su aspecto de ciudadano común parecen estar situándolo en el lugar preciso, en el momento preciso y en la situación precisa.

La elección de Mockus puede llegar a ser una buena noticia para la región si, una vez en la presidencia, logra establecer vínculos sensatos con la región, mantener un rumbo económico sustentable y, fundamentalmente, terminar de pacificar al país con las dos más certeras armas que existen, la convicción democrática y la ley.

Para que se hagan una idea de Antanas, la foto de arriba es de cuando era alcalde y se disfrazó de superhéroe con objetivos de pedagogía ciudadana. Además, les dejo un video donde se trasluce un candidato que habla complicado y sin mayor línea argumental, pero que claramente huele a democracia y a renovación política. Tal vez sea ese el secreto de su éxito.