9.4.10
Buena declaración transandina
Más allá de valoraciones ideológicas, me pareció certera e inapelable la respuesta que Sebastián Piñera, el presidente chileno, da respecto a acusaciones recibidas en la designación de algunos de sus funcionarios.
Establecer la vara con la que se deben juzgar estos casos es una clara señal de liderazgo. Tras leer la declaración, queda una sensación de que es un presidente con nada por ocultar, sereno, abierto a la posibilidad de equivocarse, que deja las reglas bien claras y que es al mismo tiempo amable y humilde.
Por supuesto que esta declaración después hay que sostenerla con los hechos y conductas, sino sirven de poco, también en términos de comunicación.
La declaración:
"Me gustaría decirle que si alguien cree o piensa que cualquier persona que integra mi gobierno tiene causas pendientes con los derechos humanos le pido encarecidamente que lleve los antecedentes a los tribunales, porque en un estado de derecho y una democracia como los que hay en mi país, son los tribunales los que deteterminan quién es culpable o inocente, y no cualquier ciudadano, por respetable que sea."