18.2.10

Aumento docente. Historia repetida



El gobierno nacional acordó un aumento docente y ahora le toca el turno a las provincias. Y es cuando empiezan los problemas.

Se enfrentan dos lógicas justas. Los docentes, como cualquier trabajador, quieren aumentar sus ingresos. Y los funcionarios políticos, necesitan satisfacer múltiples demandas de los ciudadanos con recursos siempre limitados.

Teniendo en cuenta esta dificultad, hay algunas preguntas por hacerse frente a este show anual de tira y afloje entre sindicatos docentes y gobiernos provinciales.

Primero, ¿está bien que la huelga sea tan utilizada como medio de presión? ¿No debería ser una herramienta de última instancia a fin de exponer públicamente el problema?

Segundo, si al final, todos los años termina habiendo acuerdo, ¿por qué no se estudian mecanismos para alcanzar acuerdos rápidos evitando así el desgaste y la pérdida de días de clase? ¿Los funcionarios políticos sólo ceden frente a una huelga extendida o los docentes presionan hasta percibir que realmente no hay más?

Tercero, ¿quiénes deben definir las políticas públicas educativas? ¿Los funcionarios del ejecutivo, los sindicatos docentes, los legisladores, todas las partes? ¿Por qué deberíamos suponer que los sindicatos tienen objetividad y conocimientos sobre cómo mejorar la educación?

Cuarto, ¿la sociedad es consciente que cuando se aprueban aumentos no estipulados es porque el gobierno terminó desviando recursos previamente asignados a otras áreas?

Es el momento de volver a las bases.

Los docentes y funcionarios deberían sentarse en una mesa y dar el mejor ejemplo posible a los alumnos y a la sociedad. Dejar de lado intereses particulares, privilegiar los intereses colectivos, no defraudar al otro, dialogar en un marco de confianza, establecer prioridades y aceptar la realidad.

El video tiene poco y nada que ver, pero es divertido recordar lo que en definitiva representa el colegio para los chicos. ¿Alguien sabe si Gloria Carrá se cambió el apellido o lo pusieron mal no más?