11.2.10

Sobre el bicentenario (primer post de varios...)


En los últimos tiempos, Chile y Uruguay nos vienen dando algunas lecciones políticas. Por ejemplo, acaban de tener elecciones presidenciales y sus economías mantuvieron un rumbo de calma. Ambos presidentes electos, si bien responden a orígenes y bibliotecas casi opuestas, dan señales constantes de estabilidad y simpatía hacia un desarrollo económico sustentable.

Pensar que hace un siglo, en el primer centenario, Argentina era una referencia para el resto del continente.

¿Qué pasó un siglo después?

Siempre recuerdo a un politólogo chileno que comentaba una diferencia sustancial entre ambos países. En Chile, sin grandes recursos naturales y con un espacio físico acotado, la clase dirigente tuvo que ponerse de acuerdo rápido en cómo hacer viable un proyecto de país. En Argentina, con tanto “infraestructura” natural a favor, podíamos darnos el lujo de discutir ideología, total, siempre habría recursos.

Sin suscribir al discurso facilista de que somos un país que “tenemos todo, hasta los cinco climas…” y que el problema son “los políticos”, está claro que la dirigencia argentina, en todos sus niveles, viene fallando. Más que el déficit fiscal, lo preocupantes es el déficit político.

Como para que los vecinos no nos miren con cierto desprecio y soberbia, ¿no?