17.2.10

Declaraciones berretas



Uno de los motivos por los cuales la dirigencia política carece de una credibilidad acorde a su importancia son las declaraciones oportunistas y con la profundidad de un espejismo. Y lamentablemente esto se repite en todos los espacios políticos.

Como consecuencia de las inundaciones del lunes la oposición al oficialismo porteño se dedicó a realizar críticas de todo tipo. Algunas sensatas, como el estado de los sumideros y las posibles fallas en su control. Y muchas otras berretas, como criticar que Macri no estuviese en la ciudad, sabiendo que estaba de vacaciones, o preguntarse para qué sirve la millonaria tuneladora del Maldonado, cuyos resultados sólo podrían observarse en un año más como mínimo.

El principal problema es que con las críticas berretas, se pierden de vista otras críticas, más consistentes y reales, que ayudarían a cumplir las dos principales funciones de la oposición: alertar sobre problemas de gestión en los oficialismos de turno y proponer soluciones alternativas.

Lo único rescatable de estas declaraciones son las formas; siempre es bueno agregar a las declaraciones dosis de humor e impacto. Sin embargo, como consultor, no las aconsejaría (a no ser que sólo se busque ser el alcahuete de un referente político mayor); no son recomendables.

Primero, porque son críticas carentes de consistencia, lo que las hace poco creíbles y fáciles de refutar. Segundo, porque las críticas vanas no ayudan a establecer lazos con otros espacios políticos. Tercero, porque no contribuyen a mejorar el sistema de representación democrático. Cuarto, porque desvían la atención de críticas correctas, constructivas y más efectivas en el largo plazo. Y cinco, porque si bien ayudan a levantar un perfil lo hace de un modo equivocado; lo importante no es hacerse conocido sino cómo hacerse conocido.

Los dejo con una más de tantas peleas que dan mucho rating pero nada de prestigio…