5.2.10
No tan elemental
En la reciente película Sherlock Holmes, vemos a un detective sagaz, oscilando entre sus obsesiones, vicios y brillantez.
Aunque por momentos se note demasiado la mano del director Guy Ritchie con sus artilugios visuales (tal vez se perdió una buena ocasión de madurar su lenguaje), la película hace honor al género, no tergiversa la época y, sobre todo, respeta la esencia del personaje. Un detective positivista en un siglo XIX con élites algo positivistas y masas eminentemente supersticiosas.
Así, contraponía dos lógicas: decidir a partir del método científico (acumulación de datos duros que permiten inferir posteriores resultados) o a partir de un conjunto irregular de supuestos inconexos y no demostrables.
La gran novedad de Conan Doyle es que crea un detective cuyo éxito se basaba en su capacidad especulativa, su método deductivo y el conocimiento científico.
Sin embargo, esto no significa que en nuestro siglo XXI seamos tan racionales. Para nada. El pensamiento mágico sigue presente en muchas de nuestras creencias y cabría preguntarse si es posible que fuera de otro modo.
Y en la política argentina actual, ¿qué prevalece? ¿El pensamiento mágico o el pensamiento racional?
Y vos, como elector. ¿Sos racional o te movés por impulsos mágicos?
Admito que los videos son una provocación. El fenómeno de la publicidad y de las motivaciones del elector son bastante más complejos. Pero los videos son entretenidos y algo dicen de nuestros marcos de decisión...